y el 60% desaparecen o la familia pierde el control en la primera generación?
Hay muchos análisis con respecto a este tema, pero quizás la explicación más sencilla es que esto ocurre cuando las relaciones entre los miembros de la familia y la (s) empresa (s) no están adecuadamente equilibradas.
El no comprender que empresa y familia son sistemas diferentes, con fines y formas de operar distintos, es el principal origen del desequilibrio en la relación familia / empresa. El sentimiento de ser dueño de algo, puede terminar generando una reacción negativa en el desempeño del negocio. Esta posición lleva a confundir la propiedad con la capacidad de dirección, a confundir las relaciones afectivas con las comerciales, a confundir el flujo de caja del negocio con el personal, a confundir los procesos de toma de decisiones, etc.
Todas estas confusiones terminan restando competitividad, esto no genera valor y por lo tanto se pone en riesgo la continuidad de la empresa.
La situación se agrava cuando la familia pierde la fuente de su riqueza y peor cuando se deterioran las relaciones entre los miembros de la familia, llegando en algunas ocasiones a situaciones inimaginables entre personas de la misma sangre. Las decisiones de la familia con respecto a la empresa, tienen siempre una motivación positiva, es decir, buscar lo mejor para el negocio y el bienestar de la familia; sin embargo, cuando no se ha analizado y evaluado en forma integral el impacto de estas decisiones, sus resultados pueden ser contraproducentes para ambos (familia y empresa).
Una reciente nota de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar presenta la siguiente estadística con respecto a las causas de fracaso en estas organizaciones: 20% excesivas demandas financieras, 10% no tiene sucesor con éxito, 10% falta de capital para el crecimiento sin perder el control y 60% relaciones familiares no equilibradas con la empresa.
Pero, ¿qué hacer para evitar ser parte de estas estadísticas “fúnebres”?
1. Prevenga los hechos, prepárese usted y a los miembros de su familia y haga un feed back permanente.
2. Comprenda que empresa y familia son dos instituciones diferentes con objetivos e intereses distintos.
3. Transmita a sus descendientes los valores que hicieron posible y diferente a su empresa, laboriosidad, sacrificio, calidad, austeridad, atención al cliente, etc.
4. Evalúe y formalice los órganos de gobierno que pueda necesitar, tales como la junta de familia, el directorio y la gerencia. Recomendamos que siempre se incluya a profesionales externos en su directorio.
5. Defina los procesos que usualmente son origen de conflicto: incorporación de hijos y familiares políticos, remuneración y evaluación de familiares, atención de gastos personales, atención de conflictos, acciones emprendedoras, negocios con familiares, nombramientos de puestos directivos, la sucesión, transferencia de propiedad, regímenes matrimoniales, etc.
6. Desarrolle y mantenga procesos y canales de comunicación con sus familiares.7. Formalice los acuerdos e inclúyalos en el protocolo de su familia.Empiecen lo antes posible, es el mejor consejo que puede recibir una familia empresaria, el tiempo es el factor crítico.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario