Existen diferentes herramientas en el análisis empresarial para aumentar el valor de la empresa, para optimizar el precio de venta o bien para atraer accionistas.
Resumen
Cualquier empresario de una entidad que tenga ánimo de lucro, querrá elevar el calor de la empresa y por lo tanto el de las acciones que integran el capital social. Así la empresa se convierte en un motor de creación de riqueza para los accionistas. Todo ello requiere por lo tanto establecer el máximo beneficio con un capital mínimo y paralelamente, un coste mínimo en cuanto a endeudamiento o coste de fondos propios.
El EVA (Valor Añadido Económico) se define como el importe que queda, una vez se han deducido los ingresos, de la totalidad de los gastos, incluidos los impuestos. Es decir, es lo que queda una vez se hayan atendido todos los gastos y satisfechos una rentabilidad mínima esperada para los accionistas. Por lo tanto, ¿cuándo se crea valor en una empresa? Cuando la rentabilidad supera el coste de oportunidad de los accionistas.
Con todo, podemos decir que el EVA es la diferencia entre el beneficio de actividades ordinarias antes de intereses y después de impuestos, menos el valor contable del activo, por el coste medio del pasivo.
Para aumentar el valor de una empresa por lo tanto deberemos mejorar la eficacia de los activos, es decir, aumentar el rendimiento de los activos sin invertir más. Habrá que aumentar el margen con lo que se vende bien aumentar la rotación de activos para generar ingresos sin necesidad de hacer más inversiones.
Una posibilidad es desinvertir en las divisiones que generan poco valor o que incluso destruyen valor e invertir en aquellas que generan más valor. También habrá que aumentar las inversiones en activos que rindan por encima del coste del pasivo.
Muchas empresas no generan valor añadido precisamente porque tienen como estrategia el incremento del tamaño que generan grandes inversiones de activo, que no siempre generan una rentabilidad suficiente. Por lo tanto, a veces es posible aumentar el valor de la empresa a través de una reducción de la dimensión de la empresa.
Por otra parte, habrá que reducir el coste medio del pasivo, cosa que depende en gran parte de la evolución de los tipos de interés y de la capacidad de negociación de la empresa con las entidades financieras.
Otra clave de éxito para que nuestra empresa tenga más valor puede ser el reconvertir los costes fijos en variables para que la empresa sea más flexible, reforzar los elementos del marketing mix para aumentar las ventas, reducir el coste de materiales mediante la compra en común con otras empresas, rediseñar actividades que aportan poco valor para los clientes, reducir activos para disminuir gastos relacionados con los mismo (por ejemplo, de almacén) o incrementar la productividad de los empleados mediante un sistema de incentivos.
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